Los fármacos que interaccionan con los tratamientos con vitaminas por vía intravenosa dependen de las vitaminas y minerales infundidos y de sus dosis. A continuación, se enumeran algunos ejemplos de interacciones:

La vitamina B6 intravenosa puede dar lugar a una peor respuesta a los fármacos que se toman para estimular la producción de células sanguíneas (por ejemplo, eritropoyetina, epoetina alfa y darbepoetina alfa), que se utilizan a menudo en personas con enfermedad renal crónica o cáncer.

El magnesio puede interactuar con los antihipertensivos, lo que da lugar a una presión arterial baja.

La ceftriaxona, un tratamiento inyectado para ciertas infecciones bacterianas, podría unirse al calcio infundido en la sangre, por lo que esta combinación podría dañar los riñones, los pulmones o la vesícula biliar.

Se supone que la terapia vitamínica por vía intravenosa se administra mejor a las personas que no pueden obtener suficientes vitaminas y minerales porque no pueden comer suficientes alimentos o porque una enfermedad les impide absorber nutrientes.

Sin embargo, algunos de sus defensores afirman que la terapia vitamínica por vía intravenosa puede mejorar el bienestar incluso en personas que no tienen carencias de vitaminas (o minerales). Las clínicas y las compañías que ofrecen el cóctel de Myers y otras formulaciones con dosis elevadas de vitaminas por vía intravenosa afirman que estas infusiones tienen las propiedades siguientes:

Tratamiento de la deshidratación después de un ejercicio extremo o una ingesta excesiva de alcohol

Reforzar el sistema inmunológico (aunque lo que esto significa o cómo se podría hacer no está claro)

Aumento de los niveles de energía y reducción de la fatiga

Alivio del estrés, la ansiedad y la depresión

Eliminación de las toxinas del cuerpo

Mejora de la salud de la piel

Tratamiento de la resaca y el dolor de cabeza

Tratamiento del asma, las alergias, la sinusitis crónica, la hipertensión arterial, la fibromialgia, la diabetes, las enfermedades cardíacas, los espasmos musculares agudos y la enfermedad de Parkinson

Tratamiento de la migraña y los dolores de cabeza por tensión

Las personas que comercializan la terapia vitamínica IV también afirman que las infusiones son mejores que las fuentes dietéticas de vitaminas porque

Las infusiones se pueden administrar a personas con diversas sensibilidades alimentarias.

Se liberan grandes cantidades de vitaminas y minerales directamente en el torrente sanguíneo, por lo que tienen un camino más directo hacia las células y las mitocondrias, donde supuestamente tienen efectos beneficiosos.

Como sucede en cualquier tratamiento IV, la terapia vitamínica IV puede hacer que el cuerpo sea más vulnerable a las infecciones y puede causar coágulos de sangre y sensación de ardor en el lugar de la inyección.

En las personas con anomalías en las concentraciones sanguíneas de magnesio o potasio (por ejemplo, causadas por una enfermedad renal, el uso de diuréticos o el consumo excesivo de alcohol), las infusiones que contienen magnesio (o, con menor frecuencia, potasio) pueden causar problemas como alteraciones del ritmo cardíaco o debilidad muscular.

En personas con afecciones cardíacas o hipertensión, una infusión de dosis elevadas de vitaminas podría provocar una sobrecarga de líquidos, que podría dañar temporalmente, incluso en ocasiones de forma permanente, los riñones, el cerebro y/o el corazón.

Si la infusión se administra demasiado rápido, puede disminuir la presión arterial (probablemente debido al magnesio), lo que puede provocar mareos y desmayos.

Según algunos informes de estudios, las infusiones del cóctel de Myers u otra combinación de vitaminas y minerales pueden provocar síntomas de depresión, insomnio y malestar estomacal.

El exceso de vitaminas y minerales puede ser perjudicial. Por ejemplo, grandes dosis intravenosas de tiamina, una vitamina del complejo B, pueden causar anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente mortal. Además, las dosis elevadas de vitamina B6 pueden dañar los nervios periféricos (neuropatía periférica).

La seguridad de la terapia vitamínica por vía intravenosa en mujeres embarazadas y lactantes no ha sido estudiada.

Se desaconseja el uso de la terapia vitamínica por vía intravenosa en personas sanas, ya que ninguno de los efectos sobre la salud que se le atribuyen se ha confirmado.

La seguridad de las infusiones de vitaminas por vía intravenosa no está clara, en parte porque depende de qué vitaminas y minerales se infunden, de la rapidez con que se administra la infusión y de la dosis de cada nutriente.

Las mujeres embarazadas y lactantes y las personas con enfermedad renal, hipertensión arterial o una afección cardíaca deben evitar el cóctel de Myers u otros tipos de terapia con dosis elevadas de vitaminas por vía intravenosa.

Las personas que no presentan una carencia de vitaminas o minerales y las que toman ciertos medicamentos (como los medicamentos para estimular la producción de glóbulos rojos y la ceftriaxona) deben hablar con su médico antes de usar el cóctel de Myers u otros tipos de terapia con dosis elevadas de vitaminas por vía intravenosa.